02.6.1 Las Virtudes (1). Hábitos en general

02. Moral fundamental. 6. Las virtudes. 1. Los hábitos en general.

Se entiende por hábito cierta cualidad de las potencias que las dispone para obrar fácil, pronta y deleitablemente. Es una cualidad, es decir, un accidente estable que viene a perfeccionar una potencia, y que le facilita sus operaciones buenas (en cuyo caso, la práctica del hábito se denomina virtud) o malas (en cuyo caso la práctica del hábito se denomina vicio). Constituye como una segunda naturaleza que nos predispone a actuar rápidamente en determinado sentido.

Se dividen en los siguientes tipos:

a) Por razón del sujeto

  • Entitativos: perfeccionan la naturaleza en el orden del ser.
  • Operativos: perfeccionan las potencias en el orden de la operación.

b) Por razón de su origen

  • Innatos: los que trae consigo la naturaleza.
  • Naturales o adquiridos: se adquieren por la repetición de actos.
  • Sobrenaturales o infusos: se adquieren por infusión divina.

c) Por razón de su moralidad

  • Buenos: inclinan al bien (son todas las virtudes).
  • Malos: inclinan al mal (son todos los vicios).

Según su causa, los hábitos obedecen a:

a) La naturaleza misma: se trata de ciertas propensiones naturales.

b) La repetición de actos: así es como se forman todos los hábitos adquiridos..

c) La divina infusión: tales son los hábitos sobrenaturales; si Dios no los infundiera, jamás el hombre podría adquirirlos por sí mismo.

Los hábitos adquiridos pueden aumentar, disminuir o corromperse, los hábitos infusos sólo pueden aumentar y corromperse, pero no disminuir.

Algunas características de ambos tipos de hábitos son:

a) Los hábitos adquiridos

  • Aumentan por el ejercicio o repetición de actos.
  • Disminuyen a medida en que se deja de practicarlos, o se practican con poca intensidad, o se practican actos contratios.
  • Se corrompen totalmente cuando se les sustituye con el hábito contrario.

b) Los hábitos infusos

  • Aumentan con el ejercicio cada vez más intenso bajo la influencia de la gracia actual, por una mayor inherencia o radicación en el sujeto, que cada vez los posee con mayor fuerza y arraigo.
  • Se corrompen totalmente cuando sobreviene la catástrofe del pecado mortal, que, al destruir la gracia, que es el principio radical de todas las virtudes infusas, las destruye a ellas también.
  • No disminuyen nunca, ni por defecto de ejercicio (porque son infusos), ni por el pecado venial, que tampoco puede afectar a las virtudes infusas por no destruir ni disminuir la gracia. No obstante, la falta de ejercicio de las virtudes van disminuyendo las fuerzas del alma y la van predisponiendo para el pecado mortal.

Notas: a) Imagen del encabezamiento: GiovanniBattistaTiepolo_ApolloAndMarsyas (1756-1757) (Fuente: https://artvee.com/). b) Texto elaborado a partir de extractos resumidos de: ROYO MARIN, Antonio. Teología moral para seglares (1964).

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