02.2.1. Los actos humanos (1). En sí mismo

02. Moral fundamental. 2. Los actos humanos. 1. El acto humano en sí mismo.

Acto humano es el que procede de la voluntad deliberada del hombre. Se distingue, pues, de otros que no lo son, como los meramente naturales (por ejemplo, la digestión); los del hombre sin ninguna deliberación o voluntariedad; y los violentos, que se realizan por coacción exterior a hacer algo contra la voluntad.

Los elementos del acto humano son:

1. ELEMENTO COGNOSCITIVO: LA ADVERTENCIA

Es la percepción de la obra que se va a realizar o se está realizando:

a) El acto humano requiere indispensablemente la advertencia al mismo acto.

b) El acto moral requiere, además, la advertencia a la relación del acto humano con el orden moral.

c) La moralidad del acto será mayor o menor según el grado de advertencia con el que se haya realizado.

d) La advertencia consiguiente no afecta para nada a la moralidad de una acción.

e) Solamente afectan a la moralidad del acto los elementos que se han advertido al ejecutarlo, no los que dejaron de advertirse inculpablemente.

2. ELEMENTO VOLITIVO: LA VOLUNTAD

Santo Tomás define el acto voluntario como el que procede de un principio intrínseco con conocimiento del fin1. Como antes de indicaba, procede del sujeto y está orientado a un fin que corresponde con el que se va a ejecutar (por ejemplo, un cazador que apunta contra un hombre creyendo que es una pieza de caza realiza un acto voluntario apuntando en relación al disparo pero no en relación a un homicidio). Sus características son:

a) Los actos voluntarios imperados pertenecen en mayor grado al motivo imperante que a su propia razón formal.

b) Los actos voluntarios imperfectos nunca constituyen un pecado grave.

c) Todos los actos voluntarios son libres, excepto la tendencia de la voluntad hacia la felicidad en general o en común.

d) El acto voluntario mixto o secundum quid es verdaderamente voluntario, y por tanto, responsable en el orden moral.

e) Para que sea lícito realizar una acción de la que se siguen dos efectos, uno bueno y otro malo, es preciso que se reúnan determinadas condiciones. Esto se llama del voluntario indirecto, y requiere: i) Que la acción sea buena en sí misma o al menos indiferente; ii) Que el efecto inmediato o primero que se ha de producir sea el bueno y no el malo; iii) Que el fin del agente sea honesto, o sea, que intente únicamente el efecto bueno y se limite a permitir el malo; iiii) Que el agente tenga causa proporcionada a la gravedad del daño que el efecto malo haya de producir.

f) Para que se le impute el efecto malo a quien pone la causa indirecta que lo ha de producir, se requieren tres condiciones: previsión, posibilidad de impedirlo y obligación de hacerlo.

g) Para que una omisión voluntaria sea imputable al agente es necesario que tenga obligación de realizar el acto contrario.

h) Para la validez de un acto que necesite el consentimiento ajeno se requiere ordinariamente el consentimiento expreso; pero puede bastar el consentimiento tácito, nunca el presunto. Para la simple licitud, basta el razonablemente presunto.

i) El acto voluntario virtual basta para que el acto sea verdaderamente humano; no el habitual, ni mucho menos el interpretativo.

3. ELEMENTO EJECUTIVO

Este elemento constituye el acto ya formado por la advertencia del entendimiento y el consentimiento de la voluntad. Los teólogos escolásticos han precisado con toda exactitud los 12 momentos fundamentales que el análisis interno descubre en la génesis y desarrollo del acto humano completo:

OrdenPotenciaDenominaciónNota
1
2
3
4
Intención del finEntendimiento
Voluntad
Entendimiento

Voluntad
Simple aprehensión
Simple volición
Juicio de posibilidad y conveniencia
Intención eficaz
Se me ocurre tal cosa
Me gustaría hacerla
Puedo y me conviene
Quiero hacerla
5
6
7
8
Elección de los mediosEntendimiento
Voluntad
Entendimiento
Voluntad
Deliberación o consejo
Consentimiento
Último juicio práctico
Elección libre
Tengo tales medios
Me parecen buenos
Éste es el mejor
Elijo éste
9
10
11
12
Ejecución del actoEntendimiento
Voluntad
Potencia ejec.
Voluntad
Imperio de la razón práctica
Uso activo
Uso pasivo
Fruición
¡Hazla!
Allá voy
La hago
Me gozo en la acción

4. IMPEDIMENTOS DEL ACTO HUMANO

4.1. Del elemento cognoscitivo

4.1.1. Ignorancia

La ignorancia es carencia habitual de ciencia en un sujeto, pero en el sentido que interesa en orden a la moralidad de los actos humanos, es la falta de ciencia debida en un sujeto capaz. Es la ausencia de un conocimiento que se podría y debería tener.

La ignorancia puede ser:

a) Por razón del sujeto

  • Invencible: cuando no se puede evitar, ya sea porque de ninguna manera se advierte (ignorancia absolutamente invencible) o porque se ha intentado en vano desvanecerla, por ejemplo, preguntando a otras personas, estudiando, etc. (ignorancia moralmente invencible).
  • Vencible: cuando se podría y debería evitar con una diligencia razonable.

b) Por razón de la voluntad

  • Antecedente: es anterior al acto realizado, de tal suerte que jamás se hubiera realizado un acto malo si se hubiera conocido su ilicitud.
  • Concomitante: va unida al acto que se realiza o se quiere realizar, ignorando su ilicitud, aunque con tal disposición que igual se realizaría aunque se conociera dicha ilicitud.
  • Consiguiente: la que resulta de la voluntaria negligencia en averiguar la verdad.

Se pueden dar las siguientes situaciones:

1º. La ignorancia invencible de derecho o de hecho excusa ante Dios, pero no ante los hombres.

2º. La ignorancia vencible es siempre culpable, en mayor o menor grado según el grado de negligencia en averiguar la verdad.

3º. La ignorancia antecedente excusa de pecado en aquello que se ignora (el todo o la parte).

4º. La ignorancia concomitante ni acusa ni excusa de la falta.

4.1.2. Inadvertencia, error, olvido

La ignorancia se distingue de:

a) La inadvertencia, que es la falta de atención actual a una cosa, aunque se la conoce habitualmente.

b) El error, que es el juicio equivocado sobre la realidad de una cosa.

c) El olvido, que es la privación habitual o actual de una ciencia que se poseyó anteriormente.

4.2. Del elemento volitivo

4.2.1. Concupiscencia

O la inclinación del apetito sensitivo hacia un bien deleitable.

4.2.2. Miedo

O la ansiedad mental ante un mal presente o futuro que nos amenaza.

4.2.3. Pasiones

O el movimiento del apetito sensitivo nacido de la aprehensión del bien o del mal sensible con cierta conmoción refleja más o menos intensa.

4.2.4. Hábitos y costumbres

El hábito es una inclinación firme y constante a proceder de una determinada manera, nacida de la frecuente repetición de actos. Se pueden dar las siguientes situaciones:

1º. Los hábitos voluntariamente adquiridos y no retractados aumentan la voluntariedad del acto, aunque disminuyen su libertad.

2º. Los actos procedentes de hábitos voluntarios ya retractados eficazmente por la voluntad no tienen voluntariedad alguna cuando se realizan inconscientemente en virtud de la costumbre invertebrada, pero conservan su voluntariedad si el sujeto se da cuenta del acto que realiza.

3º. Los actos inconscientes procedentes de un hábito voluntariamente adquirido y no retractado son voluntarios en su causa, y por lo mismo, de responsabilidad imputable al sujeto.

4.3. Del elemento ejecutivo

4.3.1. Violencia

En general es una moción procedente del exterior contra la intención del sujeto de realizar o no realizar un acto. Aplicada a un hombre inteligente y libre, se llama coacción, y puede definirse como la fuerza física o moral ejercida sobre una persona para obligarla a alguna cosa contra su voluntad.

4.4. Otros impedimentos remotos

Pueden ser:
a) Temperamento y carácter
b) Edad y sexo
c) Patologías
d) Educación
e) Ambiente social

Notas: a) Imagen del encabezamiento: AlbinEggerLienz_ReapersInAGatheringStorm (1912) (Fuente: https://artvee.com/). b) Texto elaborado a partir de extractos resumidos de: ROYO MARIN, Antonio. Teología moral para seglares (1964).

  1. Suma Teológica, I-II, 6,I ↩︎