A2. Moral especial-α. 2. Los deberes para consigo mismo. 3. Fortaleza.

La palabra fortaleza puede tomarse en dos sentidos principales:
- En cuanto significa firmeza de ánimo o energía de carácter. Se tiene más por una condición general que acompaña a toda virtud.
- Como virtud cardinal, infundida por la gracia santificante, que enardece el apetito irascible y la voluntad para que no desistan de conseguir el bien arduo o difícil ni siquiera por el máximo peligro de la vida corporal.
La fortaleza tiene dos actos: atacar y resistir. Unas veces hay que atacar para la defensa del bien, y otras hay que resistir los asaltos que el mal nos asesta. De ambos, el más difícil es resistir, porque es más penoso y heroico resistir a un enemigo que por el hecho mismo de atacarnos se considera más fuerte que nosotros, que atacar a un enemigo a quien, por lo mismo que tomamos iniciativa contra él, consideramos más débil que nosotros.
La fortaleza se manifiesta principalmente en los casos repentinos e imprevistos, lo cuales requieren más coraje que el que la ejerce tras una madura planificación.
VICIOS OPUESTOS
a) Por defecto
- Temor o cobardía: consiste en temblar desordenadamente ante un peligro que es menester afrontar, o rehuir las molestias necesarias para conseguir el bien difícil.
b) Por exceso
- Impasibilidad: no teme el peligro, aunque sea muy grave, cuando se puede y debe temer. Suele provenir del desprecio a la vida, de la soberbia, o de la necedad.
- Audacia o temeridad: sale al encuentro del peligro sin causa justificada.
PARTES DE LA FORTALEZA
I. PARA ACOMETER COSAS GRANDES
a) Magnanimidad: es una virtud que inclina a acometer obras grandes, espléndidas y dignas de honor en todo género de virtudes. Empuja siempre a lo grande, a lo espléndido, a la virtud eminente, y es incompatible con la mediocridad.
Vicios opuestos: i) Por exceso: la presunción, la ambición, la vanagloria; ii) Por defecto: la pusilanimidad.
b) Magnificencia: es la virtud que inclina a emprender obras espléndidas y difíciles de ejecutar, sin arrendarse ante la magnitud del trabajo o de los grandes gastos que sea necesario invertir.
Vicios opuestos: i) Por exceso: el despilfarro; ii) Por defecto: la tacañería.
II. PARA RESISTIR LAS DIFICULTADES
a) Paciencia: es la virtud que inclina a soportar sin tristeza de espíritu ni abatimiento de corazón los padecimientos físicos y morales. Sin ella perdemos el mérito de nuestros trabajos y sufrimientos y agravamos nuestros males, ya que una cruz pesa mucho más cuando se lleva con desgana y a regañadientes. Consta de varios grados: i) la resignación, ii) la paz y serenidad, iii) la dulce aceptación, iiii) el gozo completo, iiiii) la locura de la cruz.
Vicios opuestos: i) Por exceso: la insensibilidad de corazón; ii) Por defecto: la impaciencia.
b) Longanimidad: es la virtud que nos da ánimo para tender a algo bueno que está muy distante de nosotros, o cuyo alcance se hará esperar mucho tiempo.
Vicio opuesto: la estrechez o poquedad de ánimo.
c) Perseverancia y constancia: es la virtud que inclina a persistir en el ejercicio del bien a pesar de la molestia que su prolongación nos ocasione. La constancia está íntimamente ligada a la perseverancia, que tiene por objeto robustecer la voluntad para que no abandone el camino de la virtud por los obstáculos o impedimentos exteriores que salen al paso.
Vicios opuestos: i) Por exceso: la pertinacia; ii) Por defecto: la inconstancia.
Notas: a) Imagen del encabezamiento: Caravaggio_CrucifixionOfStPeter (1600) (Fuente: https://artvee.com/). b) Texto elaborado a partir de extractos resumidos de: ROYO MARIN, Antonio. Teología moral para seglares (1964).