B.2.1. Deberes individuales de justicia

B.2. Moral especial-β. 1. Deberes individuales de justicia.

La justicia estricta para con los demás son cuatro:

  • Respetar su vida
  • Respetar su cuerpo
  • Respetar su hacienda
  • Respetar su honor

Guardan un cabal paralelismo con los mandamientos quinto, sexto, séptimo y octavo del Decálogo.

El objeto de la justicia el es derecho, y a lo largo de la historia se han propagado múltiples errores sobre el fundamento del derecho, que son muy afines a los que se citan en [.81..] sobre el fundamento de la moralidad. Los fundamentos del derecho se resumen en las tres proposiciones siguientes:

1º El fundamento próximo de todo derecho es la dignidad inviolable de la persona humana, como ser racional que se mueve libremente hacia su fin. Con esto se proclama el valor perenne de la persona humana como fuente de todos los derechos del hombre, al tiempo que se mantiene el carácter espiritual del derecho como propiedad del ser espiritual del hombre.

2º El fundamento último, fuente primaria y causa eficiente del derecho es Dios. Esto es así porque sólo Dios es la fuente primera de todas las prerrogativas de la naturaleza, todos los valores eternos del espíritu del hombre y todos los derechos naturales inherentes a su persona.

3º El orden jurídico es una parte integrante del orden moral. Esto dice contra la doctrina kantiana, que asigna a la ley humana o al orden jurídico una operatoria meramente coactiva desde el exterior de la persona. No puede ser así: el derecho no puede ser independiente de la moral, y no se encuentra desligado del fuero de la conciencia.

La Justicia es la voluntad constante y perpetua de dar a cada uno lo que estrictamente le corresponde. Esta definición implica tres características claras:

  • Alteridad, porque siempre se refiere a otra persona
  • Derecho estricto, porque no es un regado, sido algo estrictamente debido
  • Adecuación exacta, porque lo justo es exacto, no es ni más ni menos de lo debido

La justicia tiene una gran importancia y es de absoluta necesidad tanto en el orden individual como en el social. Pone orden y perfección en nuestra relación con Dios y con nuestros semejantes, hace que respetemos mutuamente nuestros derechos, y prescribe la sencillez, veracidad y mutua gratitud. Pone en orden todas las cosas, y en consecuencia, trae consigo la paz – el bienestar del orden- y el bienestar de todos.

Notas: a) Imagen del encabezamiento: FabioFabbi_TheSlaveMarket (Fuente: https://artvee.com/). b) Texto elaborado a partir de extractos resumidos de: ROYO MARIN, Antonio. Teología moral para seglares (1964).

ÚLTIMAS PUBLICACIONES