A2. Moral especial-α. 1. Los deberes para con Dios.

En sentido amplio, toda la moral cristiana se puede considerar como el conjunto de nuestros deberes para con Dios, ya que incluso los que se refieren al prójimo o a nosotros mismos están preceptuados por el mismo Dios y nos obligan ante Él. En las sucesivas entradas se emplea un sentido más restringido, refiriéndose a los deberes que tienen por objeto el mismo Dios.
Todos nuestros deberes para con Dios se reducen a las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad; que se refieren al mismo Dios considerado como nuestro primer principio y último fin, y a la virtud de la religión, que tiene por objeto el culto a Dios. No hay más.
Estos deberes pueden variar según las tradiciones y denominaciones, pero hay algunos principios comunes que se destacan en la teología cristiana:
1. Adoración
Uno de los deberes más fundamentales hacia Dios es la adoración. Esto implica reconocer y honrar a Dios como el Creador y Sustentador del universo. La adoración puede manifestarse a través de la oración, la alabanza, la participación en los sacramentos y la asistencia a los servicios religiosos. La adoración no solo es un acto de reverencia, sino también una forma de establecer una relación personal con Dios.
2. Obediencia
La obediencia a los mandamientos y enseñanzas de Dios es otro deber esencial. Esto incluye seguir la ley divina positiva, como se mencionó anteriormente, y vivir de acuerdo con los principios morales que se encuentran en la Escritura. La obediencia se ve como una respuesta al amor y la gracia de Dios, y es una forma de demostrar la fe en acción.
3. Amor
El amor es un deber central en la vida cristiana. Jesús resumió la ley en dos mandamientos: amar a Dios con todo el corazón, alma y mente, y amar al prójimo como a uno mismo (Mateo 22:37-39). Este amor hacia Dios se expresa a través de la devoción, la adoración y la obediencia, mientras que el amor hacia los demás refleja el carácter de Dios en nuestras relaciones.
4. Confianza y Fe
Tener fe en Dios y confiar en su plan y propósito es un deber importante. La teología cristiana enseña que la fe es fundamental para la relación con Dios. Esto implica confiar en su bondad, su justicia y su misericordia, incluso en tiempos de dificultad o incertidumbre.
5. Testimonio
Los creyentes tienen el deber de compartir su fe y testificar sobre la obra de Dios en sus vidas. Esto puede incluir evangelizar, dar testimonio de la gracia recibida y vivir de manera que otros vean el amor de Dios reflejado en sus acciones. El testimonio es una forma de cumplir con el mandato de hacer discípulos (Mateo 28:19-20).
6. Servicio
El servicio a Dios y a los demás es otra expresión de los deberes hacia Dios. Esto puede manifestarse a través de actos de caridad, ayuda a los necesitados y participación en la comunidad. Servir a los demás es visto como una forma de servir a Dios, ya que se refleja en el amor y la compasión que Él tiene por la humanidad.
7. Estudio y Reflexión
La teología también enfatiza la importancia del estudio de la Palabra de Dios y la reflexión sobre su significado. Esto incluye la lectura de la Biblia, la meditación y la búsqueda de una comprensión más profunda de la fe. A través del estudio, los creyentes pueden crecer en su conocimiento de Dios y fortalecer su relación con Él.