02. Moral fundamental. 2. Los actos humanos.

El hombre no puede alcanzar su último fin sino mediante sus actos humanos sobrenaturales y meritorios. La moralidad de los actos humanos es la materia más amplia, fundamental y necesaria de toda la teología moral, puesto que ofrece las nociones y principios generalísimos de toda la ciencia moral, y en él descansa toda la vida moral del hombre.
Son tres los aspectos principales:
- El acto humano en sí mismo: estudia el acto en su ser natural o meramente psicológico.
- El acto moral: lo estudia en cuanto a moral, es decir, relacionado con las costumbres humanas, abarcando el campo de la filosofía y la teología.
- El acto sobrenatural y meritorio: lo considera exclusivamente desde el punto de vista sobrenatural o meritorio de la vida eterna, siendo éste un aspecto estrictamente teológico.
Acto humano es el que procede de la voluntad deliberada del hombre. Se distingue, pues, de otros que no lo son, como los meramente naturales (por ejemplo, la digestión); los del hombre sin ninguna deliberación o voluntariedad; y los violentos, que se realizan por coacción exterior a hacer algo contra la voluntad. Así:
a) Actos meramente naturales son los que proceden del funcionamiento orgánico del cuerpo, sobre los que la voluntad del hombre no tiene ningún control; por ejemplo, la digestión, la circulación de la sangre, etc.
b) Actos del hombre son los que proceden del hombre sin ninguna deliberación o voluntariedad, bien sea porque se realizan sin la capacidad de razón y responsabilidad necesaria (locos, idiotas, niños pequeños) o por el momento en el que se realizan (dormido, hipnotizado, embriagado).
c) Actos violentos son los que se realiza forzado por una coacción externa, la cual obliga a realizar un acto contra la voluntad de quien lo realiza.
d) Actos humanos son los que se realizan con plena advertencia y deliberación, es decir, en uso de las capacidades racionales normales del adulto.